Pete Parsons dimite como CEO de Bungie

Pete Parsons dimite como CEO de Bungie

Pete Parsons, el ya ex–CEO de Bungie, ha renunciado a su cargo y será reemplazado por Justin Truman.

La saga de Bungie, que comenzó cuando Sony compró el estudio en julio de 2022, ha sido larga y turbulenta. Desde entonces, ha habido despidos, juegos que no cumplieron con las expectativas, un rendimiento flojo en la estrategia como servicio de Sony (para la cual la adquisición de Bungie se suponía que iba a ser clave), y una absorción gradual de Bungie dentro de la marca PlayStation Studios. Todo esto en claro contraste con la promesa inicial de que Bungie seguiría siendo un estudio independiente.

Ahora, tras todo este recorrido, el CEO ha dimitido, y el director general de Destiny 2, Justin Truman, ocupará el lugar de Pete Parsons.

¿Cuál es el futuro de Bungie?

La relación Bungie–Sony explicada

Bungie nunca estaba destinado a ser parte de los estudios internos de Sony, como Santa Monica Studios o Naughty Dog. La idea original era que continuara desarrollando títulos multiplataforma y operando de forma relativamente independiente.

En medio de los despidos y del traslado de parte del desarrollo desde Bungie hacia otros estudios de Sony, algunos empleados señalaron que el estudio había asumido demasiados proyectos a la vez.

En los últimos dos años, Bungie ha reportado una caída en el número de jugadores de Destiny 2 y sus expansiones. Además, el fracaso de algunos proyectos de servicio en vivo de Sony —como el cierre de Firewalk Studios— provocó que tampoco pudiera aportar tanto como se esperaba a dicha estrategia.

¿Qué viene ahora para Bungie?

No está claro si este último movimiento simboliza una corrección de rumbo o el inicio de una absorción total dentro de los estudios first–party de Sony.

Esta última opción encajaría con las declaraciones hechas a principios de agosto por el CFO de Sony, Lin Tao, quien comentó que Bungie estaba dejando atrás su papel independiente como parte de una reestructuración más amplia.

A esto se suma el retraso previo de Marathon —el próximo juego de Bungie—, lo que sugiere que el futuro del estudio es, como mínimo, incierto.

¿Qué pasa con Destiny 2?

Más concretamente, ¿cómo afectará todo esto a la continuidad de su actual juego como servicio?

La expansión más reciente de Destiny 2, The Edge of Fate, salió en julio de 2025 y debía marcar el inicio de una nueva era para el juego.

Sin embargo, en su lanzamiento recibió críticas tibias y fue reportada como la expansión con peor rendimiento en la historia del juego, lo que —sumado a los demás problemas de Bungie— arroja dudas sobre cuánto tiempo más continuará recibiendo actualizaciones.

Víctor es periodista con experiencia en medios digitales, especializado en la creación de contenidos sobre las últimas novedades en videojuegos y gambling. Aporta una visión informada y crítica del sector, combinando análisis técnico con enfoque editorial. Fuera de la redacción, explora juegos deportivos, disfruta de títulos acogedores y defiende el gaming como una poderosa forma de arte y narrativa.