Con la llegada de Halloween, el estudio Acid Wizard y la editora Hooded Horse han confirmado oficialmente el desarrollo de Darkwood 2, la esperada secuela del aclamado título de supervivencia y terror psicológico lanzado en 2017. El anuncio ha despertado gran expectación entre los seguidores del género, que recuerdan la primera entrega por su atmósfera opresiva, su original vista cenital y su particular enfoque del miedo, más sugerente que explícito.
En esta nueva entrega, los jugadores abandonarán los bosques del primer juego para adentrarse en un entorno igualmente inhóspito pero completamente distinto: el árido lecho del mar de Aral, convertido en un paisaje postapocalíptico cubierto por una misteriosa vegetación. Este nuevo escenario promete conservar el tono inquietante y la sensación de aislamiento que definieron a Darkwood, al tiempo que introduce nuevas amenazas y una historia inédita que podrá disfrutarse sin haber jugado la primera parte.
Qué podemos esperar de Darkwood 2
Según sus desarrolladores, Darkwood 2 mantendrá la combinación de exploración, gestión de recursos y toma de decisiones bajo presión que caracterizó al original. No obstante, la secuela busca ampliar su narrativa y ofrecer una experiencia más dinámica, con un mundo más grande, nuevos personajes y eventos que evolucionan según las acciones del jugador. El objetivo, explican, es que cada partida resulte única y cada paso hacia la oscuridad tenga consecuencias.
El juego ha sido anunciado para PC y estará disponible también en Game Pass, aunque por el momento no se ha concretado una fecha de lanzamiento. Tampoco se ha confirmado si habrá versiones para consolas, aunque la comunidad espera que, como sucedió con el primer Darkwood, llegue más adelante a otras plataformas.
Con esta secuela, Acid Wizard aspira a consolidar su visión de un terror que prescinde de sustos fáciles y apuesta por la tensión ambiental y la incertidumbre. Darkwood 2 promete llevar a los jugadores a un nuevo infierno silencioso donde la supervivencia no depende solo de la fuerza, sino del miedo a lo desconocido que acecha más allá de la luz.
